Hoy la realidad tocó a mi puerta y tuvimos una larga conversación; me habló de tu vida, le hablé de la mía. reímos juntas; lloramos hasta el cansancio. Hoy mi memoria se libera de recuerdos, mi noche de fantasmas, y mi velero de sus anclas. Hoy es tiempo de respirar hondo, de caminar sin zapatos de aprender a estar al otro lado. Hoy, es un día interminable. Creo que siempre golpeo a mi puerta, pero no le quise abrir.
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